Primero fue Le Pen y su Frente Nacional, y ahora entra en “campaña virtual” la socialista Ségolène Royal. Second Life se está poniendo de moda hasta para los políticos más carcas y grises como el ultraderechista francés, que están viendo en este nuevo ¿entorno? ¿círculo? virtual un espacio más donde ganar votos, donde arañar esos puntos que den ventaja sobre los otros candidatos. Aún es pronto para ver su repercusión que parece que estas “maniobras virtuales” sólo van a reportar algún minuto de televisión más que la competencia. Según una reciente encuesta, el 45,3 por ciento de los residentes de "Second Life" son estadounidenses, el 10,1% británicos, el 4,4% canadienses, el 3% australianos, el 1,6% argentinos, el 0,4% indios, el 0,3% chinos y el 34,9 por ciento de 90 países diferentes. Pocos votos parece que vayan a rascar en las próximas elecciones los dos candidatos franceses a través de su presencia en este mundo virtual pero, de momento, ya se han hecho un hueco.
Las posibilidades de Second Life, tanto en el terreno político como en el empresarial están aún por descubrir, pero ya nos han demostrado que hay hueco para las protestas, boicots, presentaciones de producto o ruedas de prensa.
De la presencia de los políticos españoles en Second Life, ni rastro. Las municipales y autonómicas están demasiado cerca para que el mundo virtual tenga alguna repercusión en ellas. Quizá para las generales. Estaremos pendientes a ver que día de la semana se reservará el Partido Popular para sus manifestaciones semanales virtuales.
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